Eugenia, era una psicóloga joven con apenas dos años de experiencia, y con un alto potencial de desarrollo. A lo largo de sus estudios, fue sumamente destacada obteniendo premios y títulos por su participación en proyectos escolares. Actualmente, trabaja en uno de los hospitales más respetados del país; en el cual, ella lleva colaborando desde sus prácticas profesionales. Por su personalidad tan empática, todo el hospital incluso los pacientes tienen aprecio por ella y a ella le encanta lo que hace.
Hace unas semanas, Eugenia tuvo que asistir a un congreso en Estados Unidos en donde en conjunto con su director del área tendrían una ponencia acerca de “Psicología Clínica”. Tras llegar al hotel, su director de área la invitó a tomar una copa de vino y que pasara a su habitación. Ella se sentía contrariada ya que no lo sentía correcto, pero al mismo tiempo, era su jefe; sin embargo, decidió asistir, tomar una copa y retirarse. Antes de irse, el director del área se le insinuó de manera indecorosa.
El director del área era muy respetado en el hospital ya que tenía una larga trayectoria, y no existían antecedentes de comportamiento inapropiado. Eugenia, ahora piensa, ¿Qué debería de hacer? Sí denunciarlo al hospital, renunciar a su empleo aunque esto signifique perjudicar su vida laboral, o hacer como que aquello nunca pasó.