No te lo tomes personal. Es importante que analicemos cada situación objetivamente. Aunque creamos que el jefe la trae contra nosotros, no necesariamente esto es cierto. Para ello, te recomendamos siempre tener un diálogo honesto y transparente acerca de cómo te sientes con tu jefe. Esto creará mejores lazos que harán mejorar tu ambiente de trabajo.
Siempre toma notas. Cuando tengas alguna reunión o sesión de retroalimentación con tu jefe, ve en un modo chill y lleva una libreta o computadora para anotar (o si te deja grabar, adelante). De esta manera podrás recordar mejor lo que realmente quiso decir el jefe. Especialmente si eres de los que se les olvida todo lo que le dicen.
Sé empático. Recuerda que tu jefe también forma parte de esta tribu godín, y muchas veces podemos no entender las decisiones que toma. Tenle un poco más de paciencia, ya que probablemente él también está en la misma situación que tú, pero con otra persona. A menos que sea el director y/o fundador de la empresa, ahí sí está cañón.
¿Ya lo intentaste y no funciona? Respira y piensa si realmente se trata de tu jefe, del trabajo o qué situación es la que no te deja avanzar. Recuerda que tu trabajo godín es una buena manera de crecer personalmente y ahí te la vives la mayor parte del tiempo. Disfruta, para todo hay un momento.